Los didácticos mensajes del popular libro “¿Quién se ha llevado mi queso?” siguen vigentes.

7 faseslogo ART

creamos ilusion

 

 

Recordaréis los que habéis asistido a mis seminarios o conferencias sobre “Gestión del Cambio” las distintas fases del mismo. Como podréis observar, todo lo compartido es coincidente con las descritas en el artículo de Lola García, a la par que con el relato del nombrado libro “¿Quién se ha llevado mi queso?” de Spencer Johnson publicado en 1998, cuya lecturaqueso 2 os recomiendo para estos días.

“Las siete fases del confinamiento

Hoy en día todo se mide. Cualquier acto de nuestras vidas se analiza. Por eso, no es de extrañar que incluso lo que nos está ocurriendo, por inédito y extraño que sea, ya haya sido estudiado para conocer nuestro comportamiento como piezas del engranaje económico.

La empresa Ipsos, que se dedica a la investigación de mercados, ha elaborado un estudio a partir de la experiencia china que define las fases emocionales de la población afectada por la cuarentena del coronavirus. Y, según parece, pasamos por siete etapas.

Como es obvio, el estudio se refiere a quienes padecen sólo el confinamiento. Para los que tienen la desgracia de sufrir la enfermedad o la pérdida de un ser querido, por ejemplo, este análisis carece de sentido. Para los demás, los que permanecemos en casa, las fases son las siguientes:

1. Incredulidad: marcada por la confusión y el miedo provocados por una gran cantidad de información imprecisa y la proliferación de rumores.

2. Preparación: es cuando se empiezan a cambiar los planes y a hacer acopio de suministros.

3. Ajuste: se empieza a adaptar nuestro día a día a las restricciones. Se elaboran nuevas rutinas.

4. Aclimatación: se afianzan las nuevas rutinas y se hace frente al aburrimiento, la desidia o el contacto familiar continuado y forzoso. Se empiezan a descubrir aspectos positivos de la nueva situación a medida que la gente explora nuevas actividades e intereses a los que dedicar el tiempo.

5. Resistencia: aumenta la tensión ante lo prolongado de las restricciones y la limitación de la vida social, lo que afecta al estado de ánimo y las relaciones personales. Un estado que se agrava ante la incertidumbre sobre cuánto va a durar este confinamiento.

6. Alivio: se empieza a sentir alivio y esperanza ante la reapertura de negocios. Se vislumbra el final de esta situación. La gente se siente feliz ante la posibilidad de reemprender su vida con normalidad.

7. Temor: asaltan nuevas preocupaciones sobre la seguridad laboral y financiera después de la crisis, cuando las consecuencias económicas empiezan a ser evidentes.”

 

¡ Muchos ánimos, estamos con vosotros !

Josep Mas

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jmas@art-newmanagement.com

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